El pentagrama: así se escribe y lee la música que tanto nos gusta

El pentagrama es uno de los conceptos más básicos y fundamentales aplicable a todo tipo de música: del pop a la música clásica.

De hecho, es tan importante que se enseña desde el primer día en conservatorios y escuelas de música.

Si todavía no lo conoces, sigue leyendo y verás que es super fácil de entender, funciona de manera muy lógica y te simplifica la vida como músico.

¿Me acompañas?

El pentagrama: Usos y etimología

Sin irnos muy lejos, recuerdo que cuando comencé a estudiar música llegué a pensar “ostras, ¿de verdad tengo que saber usar este montón de puntitos y símbolos? ¿No puedo tocar y ya está?”.

Me parecía complejo, pero como verás ahora, es sencillo de entender.

El pentagrama es un elemento básico del lenguaje musical que se construye graficando 5 líneas horizontales con espacios entre sí. De allí el nombre “penta-grama”.

Cada línea y cada espacio representa una de las 7 notas musicales en el orden que todos conocemos: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.

En el caso de los pentagramas para percusión, cada línea y espacio representa un instrumento de percusión diferente.

Aparte de las notas, también tenemos las claves.

Las claves de músicason símbolos que nos indican cómo ubicar las notas. Los tipos de claves musicales más utilizadas en la música occidental son las claves de Sol, de Fa y de Do.

Bien, aquí es donde el tema se complica un poco. Pero nada imposible de manejar:

Aparte de líneas, notas y claves, el pentagrama puede tener otros símbolos y elementos que añaden información o instrucciones de lo que se debe tocar…

Como las alteraciones, el volumen, intensidad, velocidad, acentuaciones, técnicas al tocar, etc.

Todo esto permite a los músicos escribir su música en un formato universal que cualquier otro músico pueda tocar y reproducir con la mayor fidelidad posible y cuidando las intenciones y sensaciones que buscaba el compositor.

A continuación, te presentamos el pentagrama:

Posiciones dentro del pentagrama

Posiciones-dentro-del-pentagrama

Pero bien, en el caso de los pentagramas con notas musicales, ¿cómo sabemos qué nota va en cada línea y cada espacio? ¿Acaso es aleatorio o existe alguna nota de referencia de la cual podamos deducir las demás?

Es allí donde entran las claves de música que te comentaba antes.

Si te dan un pentagrama con una clave de Sol, representa que la segunda línea del pentagrama es la nota Sol. En consecuencia, el espacio superior a ella será La, la línea siguiente Si, y así sucesivamente.

También podemos dar marcha atrás, por lo que el espacio debajo de sol será Fa, la línea de más abajo Mi, y así sucesivamente.

Ahora, un pentagrama tiene 5 líneas y 4 espacios: 9 notas en total. Pero si te fijas en cualquier instrumento, seguramente tiene más de 9 notas… De hecho, un piano de concierto tiene 88 notas.

Por eso, el pentagrama no acaba en las 5 líneas y 4 espacios por defecto. Es posible seguir dibujando líneas cortas hacia abajo para notas más graves, o hacia arriba para notas más agudas.

Así, puedes reflejar fielmente la altura de las notas en el pentagrama.

Otra de las partes de un pentagrama son las alteraciones. ¿Te has fijado que las partituras suelen tener almohadillas (#) y este simbolito raro como una “b” (♭)?

Se llaman sostenidos (#) y bemoles (♭) y sirven para representar las alteraciones de las notas, como un Sol#, un Mi♭ o un La♭.


Sistemas de pentagramas

En la música también es bastante común conseguirse con sistemas de pentagramas.

Estos sistemas no son más que dos o más pentagramas unidos por una línea vertical -o llave- ubicada a la izquierda de la clave.

La línea o llave indica que todos los pentagramas que estén unidos por la misma se deben tocar en simultáneo.


Tipos de sistemas

Ahora, hay dos tipos de llaves que indican sistemas de pentagramas.

La línea recta se usa para escribir aquellos sistemas para ensambles de cuerdas, dúos o tríos, o incluso para la sección de vientos o de cuerdas de una orquesta.

El otro tipo de línea es la llave curva. Esta llave está pensada para representar los dos pentagramas que debe tocar un mismo instrumento.

En este caso, cuando se unen los dos pentagramas que toca un mismo instrumento, se le conoce como pentagrama doble o gran pentagrama. De hecho, en inglés se le conoce como “Grand staff” en Norteamérica o “Great stave” en Reino Unido.


¿Qué instrumentos utilizan pentagrama doble?

Estos se usan especialmente en el caso de los pianos, arpas o marimbas. Son instrumentos que, por sus características, pueden tocar un rango bastante amplio de notas, desde las más graves a las más agudas. Por eso, requieren de dos pentagramas a la vez.

Como dato curioso, ¿sabías que hay casos en los que se unen hasta 3 pentagramas para un mismo instrumento?

Sí, el órgano con pedales utiliza tres pentagramas. Uno para cada mano, y el tercero para los pedales accionados desde los pies.


Historia: ¿de dónde viene el pentagrama?

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Aunque el pentagrama sea uno de los componentes fundamentales de la música occidental a día de hoy, la verdad es que no siempre ha sido así.

Durante la Temprana Edad Media, el mundo occidental escribía su música en neumas, un tipo de notación en la que no se especificaban ni la afinación exacta ni los ritmos, cosa que sí se hace con los pentagramas hoy en día.

Pero entonces, ¿cómo sabían qué notas tocaban?

Pues, actualmente se cree que servían como dispositivos mnemónicos para que los músicos pudiesen recordar melodías que habían aprendido por oído o de memoria.

Obviamente, esto no resultaba ni tan cómodo ni tan preciso. Además, hacía falta una manera de poder comunicar la música y enseñarla más fácilmente.

Así, alrededor del siglo X, ya se comenzaba a mostrar la altura absoluta de las notas musicales en la notación, sobre todo en Italia, haciendo uso de una o dos líneas. Más adelante también se comenzaron a agregar letras similares a los nombres modernos de las notas para indicar la afinación de forma precisa.

Y, aunque se acercaban, seguían siendo sistemas muy imprecisos, por lo que ninguno se considera el verdadero origen del pentagrama moderno.

Este se le atribuye a Guido d’Arezzo, quien entre los años de 990 y 1050 creó el gran precursor del pentagrama: el “tetagrama”. Era un sistema de notación que consistía de 4 líneas y permitía reflejar con precisión la altura de las notas.

También designó los nombres de las notas de música “Do, Re, Mi, Fa…” a partir de la primera palabra de cada verso del himno a San Juan el Bautista y se acercó al sistema de claves actual, pero utilizando un código por colores.

Por primera vez, la notación musical ganaba precisión.

Así, en el siglo XIII apareció finalmente el de 5 líneas de la mano de Ugolino da Forlì. A la par, Franco de Colonia inventaría la notación alusiva a los ritmos: las redondas, blancas, negras, corcheas, etc.

De esta forma, los músicos ya podían compartir sus canciones en papel reflejando con mayor fidelidad la altura de las notas y sus ritmos.


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