El contrabajo: la verdadera alma del jazz y la música orquestal

Una de las estrellas más subestimadas de la música occidental es el contrabajo.

Por su sonido grave, profundo y suave suele pasar desapercibido ante los oídos inexpertos.

Sin embargo, en muchas composiciones y estilos musicales provee la base armónica y rítmica que llena de vida nuestra música y la hace vibrar.

¡Acompáñame a conocerlo!

El contrabajo

El contrabajo tiene una característica resaltante: ¡Es inmenso!

Sin embargo, no llega a ser el instrumento de cuerda más grande de todos. De hecho, es el segundo más grande, justo detrás del octabajo. Este otro instrumento puede tocar hasta 2 octavas por debajo.

¡Qué grave!

El contrabajo es un instrumento muy grave, utilizado para tocar los bajos que dan base armónica a las canciones y piezas musicales.

Por este motivo, su uso como instrumento solista es bastante reciente. De hecho, los primeros contrabajistas virtuosos fueron Domenico Dragonetti y Giovanni Bottesini.

Pues bien, aparte de ser un instrumento de cuerda de gran tamaño y de registro grave, el contrabajo se caracteriza por tocarse con arco.

También se toca de pie.

Esta una de las principales diferencias entre violonchelo y contrabajo, dos instrumentos muy similares, pero tan diferentes a la vez.


A continuación, te presentamos el contrabajo:

Historia del contrabajo

Historia-del-contrabajo

El contrabajo es un instrumento bastante moderno. No es de la antigüedad ni nada menos, sino que data del siglo XVI.

Surgió de un instrumento llamado violone, aunque no fue sino en el siglo XVII cuando realmente se forma el contrabajo que conocemos hoy día, con sus características y forma específicas.

El contrabajo y violonchelo también han estado directamente ligados desde aquellas épocas. Ya que el contrabajo, cuando se comenzó a tocar en orquestas, servía como un simple relleno, doblando las líneas del violonchelo.

En el siglo XVIII fue cuando poco a poco los compositores y contrabajistas comenzaron a empujar al instrumento hacia un reconocimiento mayor.

No olvidemos que su tamaño y complejidad a la hora de tocarlo limitaron su desarrollo y protagonismo.

Pero ya para los siglos XIX y XX, sobre todo con la aparición del jazz, el contrabajo comenzó a ocupar un lugar importantísimo y reconocido en la música occidental.


Orígenes del contrabajo

Un punto bastante discutido entre los expertos y musicólogos es el verdadero origen del instrumento. Aunque se estima que proviene del violone, no está 100% comprobado.

Lo cierto es que el mayor consenso está en que fue una mezcla entre el violine, específicamente del violone bajo, y la viola da gamba.

Una de las razones por las que ha resultado tan complicado marcar unos orígenes más exactos de este instrumento de cuerda frotada ha sido por las amplias variedades existentes.

Es que se han encontrado contrabajos en Alemania con una silueta más parecida a la de la viola y con fondo plano. En Italia también se han encontrado contrabajos con esquinas del violín y fondo curvo o hasta modelos más grandes y con 5 o 6 cuerdas.

También combina elementos de otros instrumentos como el adelgazamiento central o los hombros caídos de la viola da gamba, así como las aberturas en F, el mango inclinado o la voluta del violín.


Las partes del contrabajo

Al mirar un contrabajo, nos encontramos con diferentes partes que la mayoría de instrumentos de cuerda frotada como el violonchelo o el violín también contienen.

Pero claro, con una importante diferencia en las dimensiones.

Comenzando por el cuerpo, el contrabajo cuenta con una caja de resonancia conformada por una tapa armónica con aberturas en forma de “F” entre el cordal y el diapasón.

Estas aberturas son conocidas como “oído en efe”.

La caja se remata con un filete o borde, así como tres arcos: superior, central e inferior. También cuenta con una cejilla y, a su lado, un botón. Es aquí donde se encaja el puntal que sirve para sostenerlo del suelo mientras el contrabajista hace su magia.

Si seguimos subiendo, pasamos por el diapasón, sobre el cual pasan las cuerdas del contrabajo sujetas desde el cordal hasta las clavijas, a través de una cejilla que detiene las vibraciones.

Es al final del mango, en lo más alto del instrumento, donde una de las partes del contrabajo lo identifica indudablemente como instrumento de arco: la voluta. Es la terminación del mango en forma de espiral.


Tipos de contrabajo

Este instrumento tiene varias versiones, por así decirlo.

Por un lado, nos encontramos el contrabajo clásico o tradicional, el cual es acústico. Es el que solemos escuchar en orquestas y ensambles de jazz, por ejemplo.

Otro tipo de contrabajo que podemos encontrar es el contrabajo eléctrico, el cual no es tan popular o conocido. Sin embargo, ofrece obvias ventajas como la facilidad para amplificarlo o la comodidad para transportarlo.

Ten en cuenta que tiene unas dimensiones bastante reducidas, lo que conlleva una disminución en el peso del instrumento.

No obstante, se mantiene el debate habitual entre los músicos en cuanto a sonoridad…

Y es que un buen contrabajo acústico siempre tendrá otra sonoridad y timbre. Será más orgánico y tradicional. Sin embargo, el eléctrico permite modificar el sonido con amplificadores o pedales, dando posibilidades sonoras ilimitadas.


Así suena un contrabajo

El contrabajo es un instrumento con una textura y timbre suaves, profundos, capaces de llenar cualquier sala y que acompañan a la perfección a prácticamente cualquier instrumento.

Sin embargo, una peculiaridad del contrabajo es que su sonido real suele estar una octava por debajo de lo que se escribe en la partitura.

Es decir, si en la partitura se escribe un Do 3, el contrabajo realmente está tocando un Do 2.


Técnicas para tocar el contrabajo

Tecnicas-para-tocar-el-contrabajo

¿Alguna vez has visto cómo se toca el contrabajo?

Seguramente te lo imaginas tocado con arco… Pues, mira bien este video de Niels-Henning Ørsted Pedersen tocando Autumn Leaves de forma magistral.

Así es, también se puede tocar con los dedos, sin necesidad de frotar las cuerdas con un arco. De hecho, muchos géneros como el jazz o el funk se tocan directamente con esta técnica en lugar del arco.

Sin embargo, es un instrumento que forma parte de los instrumentos de cuerda frotada, al ser esta la forma tradicional de ejecutarlo.

Aparte de esto, para tocarlo te puedo dar unas recomendaciones generales:

  • Posición del instrumento: mira que esté en posición vertical, descansando del lateral de tu cabeza o de la pelvis. Coloca el pie en forma de L detrás del contrabajo.
  • Afina correctamente: la afinación estándar es Mi, Re, La, Sol en orden de la cuerda más grave a la más aguda.
  • Mantente relajado: el contrabajo requiere de bastante concentración y fuerza en los dedos y manos. Recuerda respirar y evitar forzar mucho tus dedos y manos. Evita lesiones.
  • Al comienzo, podrías hacer marcas en el lateral del diapasón para poder identificar las notas más fácilmente. Te ayudará a acostumbrarte al diapasón y tocar afinado al comienzo.